Durante los años de la dictadura española, Madrid constituyó el símbolo del poder franquista en la medida en que las instituciones del régimen estaban allí. Después de 1975, fecha de la muerte de Franco, durante la transición democrática de los años 70, 80, los jóvenes se apropiaron de las calles de la capital. Fue la movida madrileña, años de cambios y efervescencia cultural, los artistas, después de 40 años de censura y silencio, producen arte, música, fotografía, pintura y ... cinema ! Es una cultura underground y alternativa cercana al movimiento punk, que surgió al principio en Inglaterra. Se puede resumir la movida en un fenómeno cultural y rural underground, que se dividió en tres fases sucesivas: el rollo underground (1976- 1978), la nueva ola pop (1979-1981), la movida comercial (1982-1986).
El cinema de la movida es sinónimo de libertad en el sentido de que los directores juegan con los colores vivos, el kitsch y las temáticas sulfurosos, como el sexo o las droguas. Son cosas que estaban prohibidas durante los años del régimen franquista, así los artistas se expresan de manera libre. Las drogas acompañan la nueva percepción de la ciudad y forman parte de la vitalidad de la movida, tras largos años de moralismo y mojigatería en una sociedad conservadora. Además, la movida pone de relieve personas que antes estaban casi invisibles en la sociedad española : mujeres, travestis, homosexuales, yonquis…Es una propuesta artística nueva, basada en la ironía,, la parodia, abriendo el camino de la posmodernidad en España. En la movida, las películas constituyen una explosión vital, anárquica y festiva, en las que la estética era bastante importante con el uso del kitsch y colores pop. Y Madrid es el teatro de esta explosion artística.
La tercera película de Pedro Almodovar, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, es la esencia de la movida : en un Madrid loco y desenfrenado, Pepi es una joven que vive sola en un piso de Madrid y se dedica a cultivar cannabis en su terraza. El consumo de drogas en la película está asociado a una forma de libertad y bienestar, como lo explica el director : “« Aquí la droga es algo divertido, no tiene un sentido dramático”. La música, precisamente, el punk está omnipresente a través del protagonista de Bom, cantante, es otra característica de la movida. Después de la droga y del punk, el sexo aparece como algo sin limite. Los diferentes personajes muestran una sexualidad desinhibida que ignora las prohibiciones y pautas de comportamiento conservadoras, herencia del franquismo. Uno de estos personajes e icono de la nueva estética travesti es Fabio McNamara, resumió así : “lo esencial era la autodestrucción, el no me importa, la vida nocturna, la degeneración, el vicio, follar con quien mejor y drogarse todo lo posible". De esta manera, Almodóvar pinta la juventud madrileña en una película provocadora.
Con Almodovar, el otro gran cineasta del underground madrileño es Iván Zulueta. A pesar de que su primera película, Un, dos, tres... al escondite inglés, cuyo tema es una parodia del famoso concurso de Eurovisión, fue un fracaso, esta película aparece como los inicios de la movida gracias al recorrido por las calles madrileñas y el descubrimiento de la cultura pop y la música psicodélica.
El cine es testigo y actor de la movida madrileña, acompañando la agitación politica después de la caída de Franco y la ebullición de una juventud que disfruta, por fin, de su libertad, entre drogua, sexo y colores vivos.
Pauline Gibaud, secrétaire
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